UNITED WORLD
WE WILL OVERCOME THE PANDEMIC
CUENTOS INFANTILES
Si llegamos a las 5000 antes de fin de mes; cambiaremos algunos cuentos.
lunes, 23 de marzo de 2020
jueves, 12 de mayo de 2016
EL GATITO RUM RUM
EL GATITO RUM RUM
Érase una vez un gatito que vivía en el campo, en una aldea pequeñita, La casa de sus dueños era preciosa. Tenía un gran zona de jardines en la entrada con rosales, de varios colores, también había margaritas, violetas, lavanda, y geranios que brotaban sobre el césped, en la zona central había una fuente con dos niños de mármol blanco sobre ella. A nuestro gatito le encantaba en las mañanas frías ponerse al calor del sol. Para ver como pasaban los niños cuando iban al colegio.
Nuestro amigo maullaba para llamar la atención de los niños y así se acercaban y le regalaban alguna caricia que él les agradecía levantando la cola y estirándose como si quisiera tocar el cielo con su lomo. Al mismo tiempo emitía un sonido muy hermoso ¡rum, rum, rum!… Que a los niños les encantaba y lo bautizaron como gatito Rum Rum.
Tenía perfectamente controlada la hora del recreo, y nuestro amiguito se daba su paseo hasta llegar al colegio, saltaba la valla y allí estaba, esperando la salida de los niños, se pasaba el rato jugando con ellos veía como jugaban las niñas a la comba, a la rayuela y hasta parecía que él quería saltar.
Pero no todos los niños eran buenos, y un día nuestro gatito, confiado, pensaba que todos los niños eran iguales, se acercó a un grupo de niños y estos dijeron mira un gato, uno dijo:- El que lo atrape se lo queda. Y empezaron a perseguirlo con palos y piedras, algún palo le dio en el lomo y una piedra en una patita que lo dejó cojo. El asustadísimo corría y corría con un montón de niños detrás; logró despistarlos y esconderse debajo de unos troncos. Estaba atemorizado y temblando de miedo no se atrevía a dar un paso y estuvo horas sin salir de su escondite, prácticamente era de noche y nuestro amiguito volvió a su casa y estaba dolorido y cabizbajo. No entendía porque si él no había hecho nada a aquellos niños, ellos pretendían hacerle daño. Empezó a desconfiar de los niños y ya no se escuchaba su famoso Rum Rum.
Su dueña lo veía triste, ya no era aquel gatito amable y siempre sonriente, se estaba volviendo huidizo y temeroso.
Preocupada les fue preguntando a los niños y niñas si sabían que le había pasado a nuestro amigo, nadie sabía nada. Pero un niño pequeñito dijo:-He visto a unos niños mayores como lo golpeaban y en corrían.
Su dueña alertada dijo:- Ahora lo entiendo todo pobre, Rum Rum. Fue en su busca se acercó con mucho cuidado pero Rum Rum, emitió un sonido diferente; enfurecido uuuuuhhhhaaaa… No temas, no quiero hacerte daño lo fue acariciando muy suavemente y nuestro amigo confió y se dejó coger, lo abrazó y le dijo:-No temas estás en buenas manos. Lo llevó a la casa le dio su mejor comida, le puso agua limpia e intentó explicarle .Rum Rum, no todos los niños son iguales los hay buenos y malos tienes que aprender a distinguirlos. Rum Rum parecía escucharle. Y el mismo pensó: -Es cierto hay niños que hacen unas caricias que me encantan y son buenos jugando conmigo, aprenderé a distinguirlos.
Los niños que habían en corrido al gatito, hablando con otros niños se dieron cuenta que no habían sido buenos y que no era de niños buenos maltratar a los animales. Alguno de ellos dijo, quizás sea más divertido jugar con él.
El gatito comenzó a frecuentar la escuela y poco a poco empezó a jugar con los niños y estos con él. Un muchacho se acercó y le dijo al gatito, yo fui uno de los que te pegó el gatito lo miró y pensó este niño es muy valiente al decirme esto. Él lo miro con cara de haberlo perdonado de dirigió un miau levantó su cola y lomo el niño lo acarició repetidas veces y nuestro amigo hizo honor a su nombre con un gran ronroneo… ¡rum, rum rum..!
domingo, 1 de mayo de 2016
sábado, 19 de diciembre de 2015
ILUSION DE NAVIDAD
Los
niños se levantaron muy contentos ¡Es Navidad! Corriendo cogieron sus
regalos y los enseñaron a toda la familia, se dieron cuenta de que Papa Noel se
había olvidado de su padre. Muy pronto cogieron un bote de caramelos vacío,
estuvieron un buen rato echando besitos dentro; cuando creían que estaba lleno
lo cerraron. Lo envolvieron en papel de regalo, lo dejaron debajo del árbol, y
llamaron a su papá. ¡Corre-papá- hay un regalo más! El papá se acercó y dijo: ¡Hay
un regalo más!. Lo cogió lo abrió, sus hijos estaban expectantes, el papá
dijo.- ¡VaHH!, es un bote vacío. Los dos niños se quedaron muy tristes, incluso
el pequeño se le escapó una lágrima.
Entonces el Papá dijo:
¡Que os pasa!, os habéis quedado tristes por un bote vacío. El niño mayor le
dijo, no papá, no sabíamos que Papa Noel se le habían perdido todos los besos,
con los que habíamos llenado el bote para que te lo regalase.
A
su papá, se le escapó entonces un suspiro … No se había dado cuenta de que
muchas veces; solo nos fijamos en lo material y tenemos un amor ,que puede
llenar cualquier regalo; aunque no lo veamos a simple vista…
domingo, 11 de enero de 2015
EL GUSANITO ROEDITO
GUSANITO ROEDITO
ERASE UNA VEZ UN GUSANITO DE COLOR VERDE QUE VIVÍA EN UN ARBOL DE HOJAS GRANDES. Y EL GUSANITO ESTABA TODO EL DÍA, ¡GROE QUE GROE! ¡GROE QUE GROE!.
¿SABÉIS PORQUÉ?. POR QUE LE ENCANTABA COMER .SE PASABA TODO EL DIA COMIENDO, YA QUE TENÍA UN HAMBRE BORAZ .Y NO SE CANSABA NUNCA DE COMER; ASI QUE HOJA TRAS HOJA EN GUSANITO ROEDITO CONTINUABA ...¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!. DE VEZ EN CUANDO PASABAN A VERLO SUS AMIGUITOS.
EL SALTAMONTES ERA EL MAS MADRUGADOR SE LLAMABA "FLINKY" .AUNQUE TODOS LE LLAMABAM "SALTARIN".
LE DIJO AL GUASANITO ROEDITO: -¡BUENOS DIAS! .
Y EL GUSANITO: -¡BUENOS DIAS SEÑOR FLIKY!.
-YA VEO QUE SIGUES DEBORANDO HOJAS COMO SIEMPRE.
-SI SEÑOR TENGO MUCHO HAMBRE Y NO PUEDO DEJAR DE COMER.
-¿ME DAS UNA DE TUS HOJAS?-¡PREGUNTO FLIKY!
-SI COMO NO; AHORA MISMO LE CORTO UNA DE LAS MEJORES. ¡GRITT! ¡GRIT! Y
GRACIAS AMIGO LE DIJO "FLIKY" TE ESTOY MUY AGRADECIDO .SE COMIÓ
Y DIJO:- ME VOY A VER A MI TÍA,
¡YYYUHPPPPPPPP!...
¿SABEIS QUE SEGUIA HACIENDO NUESTRO AMIGO EL GUSANITO?
-¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!... QUE ES LO QUE MÁS LE GUSTABA.
DESPUÉS, AL CAVO DE UN RATO LLEGÓ EL CARACOL .SE LLAMABA "GRUÑON" .PUES ESTABA TODO EL DÍA PROTESTANDO. SIEMPRE TENGO QUE CARGAR CON ESTA CASA TAN PESADA Y ME CUESTA MUCHO LLEGAR A LOS SITIOS; QUE QUIERO IR.
-¡NO PROTESTE TANTO SEÑOR CARACOL!, LE DIJO "ROEDITO". YO NO ME MUEVO DE MI ARBOL, EN CAMBIO USTED; VA POR TODOS LOS LADOS.
-SI PERO NO LO RÁPIDO QUE YO QUISIERA. DEPENDO DE
- PERO SI SOLO ESTÁ A UNOS METROS.
-SI PERO A MI ME CUESTA UNA BARBARIDAD LLEGAR.
-BUENO NO PROTESTE MAS .ADIOS SEÑOR GRUÑON.
-ADIOS ROEDITO.
Y NUESTRO AMIGO CONTINUO. ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!...SECOMIÓ UNA DOCENA DE HOJAS. MIRÓ ACIA ABAJO Y ¿SABEÍS QUIEN ESTABA DEBAJO? EL CARACOL "GRUÑON".
-¡NO SE IBA! SEÑOR GRUÑON.
-Y ESO INTENTO PERO SI SOLO HA ADELANTADO UNOS CENTIMETROS.
-VES POR QUE ME QUEJO TANTO, ADIOS...
Y ROEDITO SIGUIÓ, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!... MIRÓ AL CAVO DE UN RATO Y ¿QUIÉN ESTABA DEBAJO?
¡SIII!. EL CARACOL GRUÑÓN.
-¿HA VUELTO SEÑOR CARACOL?
-¡NOOOO! ¡ME ESTOY MARCHANDO! ¡NO LO VES ROEDITO! ¡GRITÓ ENFADADO GRUÑÓN!
-BUENO NO SE ENFADE "GRUÑÓN”, PENSÉ QUE SE HABÍA OLVIDADO DE ALGO, COMO ESTOY DISTRAIDO COMIENDO.
-NO PASA NADA ADIÓS ROEDITO.
-ADIOS SEÑOR GRUÑÓN.
Y NUESTRO AMIGO SIGUIÓ, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE! MIRO ACIA ABAJO Y ¿SABÉIS QUIÉN ESTABA?
-¡NO! ESTA VEZ ERA
- OLA ROEDITO; ADIOS ROEDITO; OLA ROEDITO .YA ESTOY AQUI, ALLI, ACÁ, ALLI.
-QUEDESE QUIETA RAPIDITA NO PUEDO NI SALUDARLA DIJO "ROEDITO" QUE NERVIOSA ES USTED.
-TENGO MUCHA PRISA Y MUCHAS COSAS QUE HACER. NECESITO UNA DE TUS HOJAS PARA CRUZAR EL RIO, ME
-CON MUCHO GUSTO AMIGUITA MIA.
-SI NO TE IMPORTA
Y RAPIDAMENTE SUBIÓ Y ¡CRAK! ¡CRAK! Y
-NO SERÁ PELIGROSO. DIJO ROEDITO.
-¡NO CON ESTA HOJA ES PERFECTA! DIJO "RAPIDITA".
- ADIOS AMIGO.
Y NUESTRO AMIGO SIGUIO COMIENDO, ¡GROE QUE GROE! , ¡GROE QUE GROE! ASI HASTA CASI LA ÚLTIMA HOJA. PERO UN DÍA YA CASI NO TENÍA HAMBRE, TENIA
ASÍ LO HIZO SE ACURRUCÓ SOBRE
TANTO ES ASÍ QUE SIN DARSE CUENTA SE HABÍA CONVERTIDO EN UNA CRISALIDA. PERO NUESTRO AMIGO ROEDITO ESTABA TAN AGUSTO DURMIENDO QUE SIGUIÓ DURANTE VARIOS DIAS.
POR FIN YA NO TENÍA TANTO SUEÑO Y COMENZÓ POCO A POCO A DESPERTARSE:
-QUE HA PASADO, ¡DIJO NUESTRO AMIGO! VAYA SIESTA QUE ME HE DADO, PEROOO UN MOMENTO ESTOY ENCERRADO DENTRO DE ESTA CASCARA. ¿QUIEN HA SIDO?, ¿QUIEN ME HA ENCERRADO?, HA SIDO MIENTRAS DORMIA ¡EH! PUES DE UN GRAN BOCADO, ME VOY A COMER ESTA CASCARA.
Y ASI LO HIZO DIÓ UN GRAN BOCADO A
SE HABIA CONVERTIDO EN UNA PRECIOSA MARIPOSA DE TODOS LOS COLORES Y TENÍA UNAS HERMOSAS ALAS DE COLOR ROJO, AMARILLO, AZUL...ERA PRECIOSA Y EL MISMO SE DIO CUENTA.
- SOY UNA MARIPOSA. TENGO ALAS, ME HE TRANSFORMADO Y YO QUE CREÍA QUE ME HABIAN ENCERRADO. Y TRAS UNA GRAN CARCAJADA SALIO VOLANDO.
PUDO IR A TODOS LOS SITIOS QUE SIEMPRE HABIA SOÑADO POR TODA
-FIN
jueves, 10 de julio de 2014
EL PERRITO TOBÍAS
EL PERRITO TOBÍAS
Érase una vez, un
perrito llamado “Tobías” que vivía en un circo grande con una espectacular
pista central. En ella actuaban varios grupos de animales con un gran éxito entre el público
infantil.
Actuaban los
elefantes, que se subían en unas enormes bolas, de colores blanco y azul con
unas estrellas incrustadas en azul sobre la zona blanca y caminaban sobre
ellas. El domador estaba encantado con ellos. También se ponían en fila india
apoyados unos sobre otros, y a los niños les encantaba.
Actuaban los leones,
en una jaula enorme eran seis, cinco leonas y un león; con una melena marrón
que casi tocaban el suelo. Saltaban por unos aros de fuego, el domador metía su
cabeza en la boca de una leona y el león cada vez que rugía; temblaba el
circo. Y los niños se asustaban mucho.
Actuaban lo monos
trapecistas. En un trapecio muy alto. Que son como columpios gigantes. Saltaban
de uno a otro, y hacían piruetas, doble salto mortal; e incluso equilibrios en
la cuerda floja.
Todo esto lo miraba
admirado nuestro amigo. El perrito “Tobías”, a él le encantaría hacer una de
esas actuaciones en la pista central y divertir a los niños, que es lo que más
le gustaba. Pero, Tobías no sabía subirse a una de esas bolas de los elefantes,
tampoco sabía saltar como los leones. Y aunque ladraba fuerte, no como el
rugido del señor león. Además, tenía miedo a las alturas, con lo cual no podía
actuar como los monos del trapecio. Así nuestro amigo estaba muy triste. Él
quería su actuación; pero que podría hacer…
Su amigo el monito
que se llamaba “Silvestre” le dijo:-Tobías no estés triste puedo ayudarte,
tengo un baúl lleno de disfraces y te puedo dar el que quieras.
Subieron juntos al
desván, Tobías se fue probando uno a uno, los disfraces; pero se puso uno de
payaso, con una nariz roja enorme y el monito “Silvestre” no podía parar de
reírse. Cada vez que lo miraba como le quedaba se echaba a reír.
Este sí que me lo
quedo, le dijo “Silvestre”. Puede que el dueño del circo me deje actuar como
payaso y así hacer reír a los niños como a ti. Es lo que más deseo divertir a
los niños y este circo no tiene payasos.
Se lo preguntó al
dueño del circo, y este le dijo:-
Bueno yo creo… ¡umm! Que entre la actuación de los leones y los monos, hay un
hueco. Puedes salir a entretener a los niños.
Tobías se puso muy
contento le dio un millón de gracias y se puso manos a la obra.
Estaba muy nervioso a
la mañana siguiente, salían para la próxima ciudad. Y en ella haría su primera
actuación.
Necesitaba un nombre
artístico y se puso a pensar:
-Me llamaré Tobías el
saltarín. No así no…
-Tobías el ruso,
demasiado soso para un payaso…
-Tobías el perrito
que hace reír a los niños todos los días. Este sí que me gusta.
Llegó la hora de la
verdad. El circo estaba listo, lo habían levantado. Y mañana era el gran día
para su debut.
No pudo dormir,
estaba muy nervioso pensaba; ¡les gustaré a los niños!, ¡que nervios! Tengo
muchas ganas de hacerles reír.
Llegó la hora de
actuar. Las entradas estaban agotadas y el espectáculo comenzó.
Primero los elefantes
como siempre, y recibieron un fuerte aplauso. Después los leones y por fin el
presentador dijo:
-y ahora como
actuación especial, con todos Ustedes… y un replique de tambor sonó. El perrito
Tobías que hace reír a los niños todos los días.
Tobías se había
puesto el disfraz de payaso con su nariz enorme, tan nervioso estaba; que quiso
salir corriendo al escenario de la pista central. Y cuando estaba llegando tropezó,
con la pernera del pantalón al pisársela; ya que el disfraz le estaba un poco
grande. Se dio un gran porrazo con su nariz roja. Los niños comenzaron a
troncharse de risa; ya que creían que era parte del espectáculo. Tobías no se
había hecho daño, así que; le pareció muy gracioso y el mismo también se rio
mucho de su tonta caída.
Se dio cuenta de que
sus caídas divertían mucho a los niños y así que continuó, intento subir a una
de las bolas de los elefantes pero como no podía. Se le resbalaban las patitas
y se volvía a caer. El circo se llenó de aplausos y risas.
Después intentó entrar en la jaula de
los leones. Se le olvido de abrir la puerta de la jaula, y metió su enorme
nariz roja entre los barrotes, y no la podía sacar, los niños no podían parar
de reír.
Más tarde intentó subir al trapecio se
le resbalaron las patitas y dio un gran culazo en el suelo; con una gran
carcajada de los niños.
Luego les contó unos chistes que se
sabía, como:
-¿Dónde se sienta un gorila de 200
kilos? Donde le da la gana. Y
¿Cómo sacaríais un
elefante de un pozo? Mojado. Siguió un buen rato contando chistes y después
recibió un gran aplauso y dijo:-Hasta siempre amigos.
El dueño del circo
estaba encantado. “Tobías el perrito que hacía reír a los niños todos los
días”. Le había gustado mucho y le dijo:-A partir de ahora tendrás tu propia
actuación. Actuarás en todas la ciudades.
Tobías estaba muy
contento, y fue a celebrarlo con todos los animales del circo. Por fin tenía
una actuación como el siempre había soñado…
sábado, 12 de marzo de 2011
LA SEMILLA DORADA
Érase una vez una princesa llamada “Naira” .Vivía en
un castillo en lo alto de una colina, era espectacular tenía 12 torres
coronadas por cúpulas de color rosa, y estaba rodeado de jardines muy hermosos;
con muchas rosas de diversos colores.
Naira,
era admirada por su hermosa belleza en todo el reino. Era de piel moreno
anaranjado y de cabello a media melena de color castaño, cantaba como los
ángeles y tocaba el piano. Sus amigos venían de muy lejos para escucharla, y los
pájaros tarareaban las melodías que ella componía por todo el reino.
Tenía
muchos amigos, y les encantaba jugar a numerosas aventuras por el reino, uno de
sus amigos había escuchado en boca de algunos campesinos la existencia de una
semilla especial que era de oro y brillaba como un estrella del cielo. Debía de
valer millones, pensaba el grupo de amigos compuesto por nuestra princesa
“Naira”, dos niñas llamadas Dora y Laura y un niño, Luis. Luis, era
el más aventurero y no tardó en encontrar un mapa que le había dado un
campesino y que decía, en donde podría encontrarse la famosa semilla dorada.
Nuestros
amigos decidieron ir en busca de la famosa semilla, ya que de esta forma todo
el reino seria rico; al poseer tal brillo, debería de contener mucho oro.
Con
las instrucciones del mapa, emprendieron el camino deberían encontrar a un búho
que se encontraba pasados tres árboles mágicos. Que encontrarían fácilmente en
el camino.
Estuvieron
largo rato caminando, y de pronto tras coronar una colina comenzaron a ver el
lago que aparecía en el mapa, era inmenso y no se veía el final del agua; al cabo
de unos minutos con Naira, encabezando la expedición, llegaron a la orilla
.Ahora tenían que encontrar los árboles mágicos, para llegar hasta el búho.
No
tardaron en encontrar el primero. Dijo Naira, ese debe de ser el árbol que
buscamos, mirar que raro es. Es una encina y de ella no cuelgan bellotas, sino
racimos de uva. Dora y Laura no paraban de mirar el árbol. El tronco no lo
podían abrazar entre todos. Y podía medir más de veinte metros de altura.
Ya
hemos encontrado el primero, ahora debemos buscar el segundo; dijo “Joel”.
Emprendieron la marcha y a unos cinco minutos de camino, comenzaron a disipar
otra forma curiosa. Esta vez era un abeto, que poseía manzanas doradas.
Luis
comenzó a correr, quería llegar el primero a ver aquella maravilla. Pronto lo
alcanzaron todos y dijo Laura este sin duda es el segundo.
Vamos
démonos prisa, dijo Naira tiene que estar cerca nuestro tercer árbol; con el
señor búho.
Comenzaron
el camino y siguiendo la orilla del lago, pronto vieron algo. Otro gran árbol
con un gran tronco, con unas ramas fuertes y de gran tamaño; se trataba de un
ciprés centenario. Se acercaron al árbol, en una de las ramas se veía un hueco.
Laura se decidió a dar unos golpes con el puño cerrado, ¡toc, toc, toc! Una voz
ronca dijo: ¿Quién llama a mi árbol?
Nosotros,
dijo Naira. El búho salió a la rama del árbol y dijo a nuestros amigos ¿Que
hacéis aquí y que queréis de mí?
Naira
explicó al anciano búho, la historia de la semilla dorada y los planes del
grupo para ir a buscarla. Necesitamos cruzar al otro lado del lago, le comentó
al búho.
Entonces
deberéis resolver el enigma de la adivinanza, complicada pero con ingenio
podéis descifrarla. Es la siguiente:
“Redonda
y no tiene pelo
La
comes y te refresca
Justo
después de la siesta “
Tras
mucho pensar, dijo Naira si se refiere a siesta, es verano. Redonda y no tiene
pelo debe de ser una fruta, y si es redonda… Yo digo que es “la sandía”.
En
efecto niños dijo el búho, la respuesta es correcta .Ahora deberéis ir al
primer árbol y recoger unos racimos de uva; y al segundo una manzana cada uno.
Dar un bocado a la manzana, y guardar los racimos.
Nuestro
grupo así lo hizo recogió unos racimos, luego una manzana cada uno y
regresaron al tercer árbol. Le dieron un bocado a la manzana y de pronto
apareció de la nada; un carruaje tirado por seis preciosos “ave fénix”, es
decir caballos con unas alas enormes. Dos eran de color rosa, dos blancos y dos
mestizos.
Los
niños estaban muy asombrados del espectáculo. Adelante, dijo el señor búho; dar
de comer los racimos a nuestros animales y subir al carruaje, os llevará a la
otra orilla.
Naira,
Laura y Dora dieron los racimos a las aves fénix y Luis observaba
el carruaje asombrado. Subieron todos al carruaje y dijo Luis adelante,
nuestro carruaje comenzó a volar por encima del lago, muy pronto estuvieron al
otro lado les dejo el carruaje en campo verde de césped.
De
pronto, apareció a lo lejos un grupo de corceles encabezados por dos
príncipes, se acercaron al grupo y el príncipe dijo. Soy Jaime y este es el príncipe
Joel, que os trae al reino de mi padre.
Permíteme
que me presente, soy la princesa Naira; mis amigas Laura y Dora. Y
este es mi amigo Luis. Hemos venido a tu reino en busca de la semilla
dorada. Es vital para nuestro reino, y yo creo que al vuestro también, se me
ocurre que podíamos repartirla, si os parece bien.
He
oído hablar a nuestro ancianos de dicha semilla, dijo Jaime al igual que de
vuestra belleza Señorita Naira; aunque se han quedado cortos. Gracias, dijo
Naira sonrojada.
Jaime
se giró a sus súbditos y dijo preparad unos caballos para mis amigos y
pongámonos en marcha. Tenemos que ir a una cueva, que hay en las montañas.
Preparado todo dijo Jaime en marcha vallamos a por ella.
Tras
cruzar un par de ríos, no tardaron en llegar a la montaña y la senda comenzó a
estrecharse; había que ir con mucho cuidado.
Tras
una hora de camino, por los desfiladeros de gran desnivel; un gran valle
lleno de hermosas flores silvestres, se abrió ante sus ojos. Ahora tenemos que
encontrar la cueva, dijo “Joel” en ella está un hada, que nos puede decir que
debemos hacer.
Qué
bonito es esto dijo Dora, si dijo Laura; no había visto nada igual.
Separémonos
por el valle en grupos, y busquemos la cueva, dicen que tiene tres bocas;
y de una de ellas mana agua de propiedades curativas.
El
grupo se dividió, y al poco rato se escuchó un grito. Dijo Luis venid todos, la
he encontrado. Todos al galope se acercaron, y admiraron como de pronto detrás
de un grupo de arbustos; al pie de una montaña. Estaba la cueva de las tres
bocas, y de la central no paraba de salir una hermosa cascada de agua.
Por
cual entramos. Lo echaron a suertes con una moneda, cara la entrada de la
derecha y cruz, la de la izquierda; gano cara, pero cuando iban a entrar; una
luz salió por la cueva central y de ella apareció un hada vestida de blanco.
Con perlas rosas incrustadas en el vestido, largos cabellos rubios y muy
hermosa. Que os trae hasta mí niños. Naira dijo: La semilla dorada, nos
gustaría conseguirla para nuestros reinados; dicen que es de oro y brilla como
una estrella.
No
te equivocas niña, pero si queréis encontrarla; no busquéis riquezas. Brotará
de vuestro interior, ahí debéis buscarla; y es cierto que mejorará vuestros
reinos. Ya que cuando averigüéis donde se encuentra, la llevarais a todo el
reino.
Los
niños se juntaros en un círculo. Y Laura preguntó señora, si brota de nuestro
interior ¿sale del corazón? Si querida así es, crece en él; dijo el hada.
Entonces
ya entiendo todo, dijo Naira. No es de oro, pero sí que brilla donde toca. ¿Es
el amor no señora hada? Si querida niña, dijo el hada. Es el amor y brota de
vuestro interior. Si lo extendéis en vuestro reino el reino, será más feliz y
mejor; a la vez que aumenta la riqueza. No material, si no espiritual y la paz
reinará en él.
Los
niños muy contentos de haber encontrado la semilla dorada, volvieron al
castillo de Jaime y Joel. Dieron una gran fiesta, con un gran baile en la
corte. Contaron que era la semilla dorada, a todo el mundo. Después, se al día
siguiente Jaime les llevó al puerto, y en un gran velero regresaron al reino de
Naira. Llevaron la historia de la semilla dorada por todos los rincones del
reino, y quizás a partir de ese día el reino fuese más feliz. Al mismo tiempo
que una paz duradera inundó los reinos, aumentando la riqueza de ambos.
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