TAMAÑO PANTALLA

jueves, 12 de mayo de 2016

EL GATITO RUM RUM

EL GATITO RUM RUM


Érase una vez un gatito que vivía en el campo, en una aldea pequeñita, La casa de sus dueños era preciosa. Tenía un gran zona de jardines en la entrada con rosales, de varios colores, también había margaritas, violetas, lavanda, y geranios que brotaban sobre el césped, en la zona central había una fuente con dos niños de mármol blanco sobre ella. A nuestro gatito le encantaba en las mañanas frías ponerse al calor del sol. Para ver como pasaban los niños cuando iban al colegio.

Nuestro amigo maullaba para llamar la atención de los niños y así se acercaban y le regalaban alguna caricia que él les agradecía levantando la cola y estirándose como si quisiera tocar el cielo con su lomo. Al mismo tiempo emitía un sonido muy hermoso ¡rum, rum, rum!… Que a los niños les encantaba y lo bautizaron como gatito Rum Rum.
Tenía perfectamente controlada la hora del recreo, y nuestro amiguito se daba su paseo hasta llegar al colegio, saltaba la valla y allí estaba, esperando la salida de los niños, se pasaba el rato jugando con ellos veía como jugaban las niñas a la comba, a la rayuela y hasta parecía que él quería saltar.
Pero no todos los niños eran buenos, y un día nuestro gatito, confiado, pensaba que todos los niños eran iguales, se acercó a un grupo de niños y estos dijeron mira un gato, uno dijo:- El que lo atrape se lo queda. Y empezaron a perseguirlo con palos y piedras, algún palo le dio en el lomo y una piedra en una patita que lo dejó cojo. El asustadísimo corría y corría con un montón de niños detrás; logró despistarlos y esconderse debajo de unos troncos. Estaba atemorizado y temblando de miedo no se atrevía a dar un paso y estuvo horas sin salir de su escondite, prácticamente era de noche y nuestro amiguito volvió a su casa y estaba dolorido y cabizbajo. No entendía porque si él no había hecho nada a aquellos niños, ellos pretendían hacerle daño. Empezó a desconfiar de los niños y ya no se escuchaba su famoso Rum Rum.
Su dueña lo veía triste, ya no era aquel gatito amable y siempre sonriente, se estaba volviendo huidizo y temeroso.
Preocupada les fue preguntando a los niños y niñas si sabían que le había pasado a nuestro amigo, nadie sabía nada. Pero un niño pequeñito dijo:-He visto a unos niños mayores como lo golpeaban y en corrían.
Su dueña alertada dijo:- Ahora lo entiendo todo pobre, Rum Rum. Fue en su busca se acercó con mucho cuidado pero Rum Rum, emitió un sonido diferente; enfurecido uuuuuhhhhaaaa… No temas, no quiero hacerte daño lo fue acariciando muy suavemente y nuestro amigo confió y se dejó coger, lo abrazó y le dijo:-No temas estás en buenas manos. Lo llevó a la casa le dio su mejor comida, le puso agua limpia e intentó explicarle .Rum Rum, no todos los niños son iguales los hay buenos y malos tienes que aprender a distinguirlos. Rum Rum parecía escucharle. Y el mismo pensó: -Es cierto hay niños que hacen unas caricias que me encantan y son buenos jugando conmigo, aprenderé a distinguirlos.
Los niños que habían en corrido al gatito, hablando con otros niños se dieron cuenta que no habían sido buenos y que no era de niños buenos maltratar a los animales. Alguno de ellos dijo, quizás sea más divertido jugar con él.
El gatito comenzó a frecuentar la escuela y poco a poco empezó a jugar con los niños y estos con él. Un muchacho se acercó y le dijo al gatito, yo fui uno de los que te pegó el gatito lo miró y pensó este niño es muy valiente al decirme esto. Él lo miro con cara de haberlo perdonado de dirigió un miau levantó su cola y lomo el niño lo acarició repetidas veces y nuestro amigo hizo honor a su nombre con un gran ronroneo… ¡rum, rum rum..!

sábado, 19 de diciembre de 2015

ILUSION DE NAVIDAD

             Los niños se levantaron muy contentos ¡Es Navidad!  Corriendo cogieron sus regalos y los enseñaron a toda la familia, se dieron cuenta de que Papa Noel se había olvidado de su padre. Muy pronto cogieron un bote de caramelos vacío, estuvieron un buen rato echando besitos dentro; cuando creían que estaba lleno lo cerraron. Lo envolvieron en papel de regalo, lo dejaron debajo del árbol, y llamaron a su papá. ¡Corre-papá- hay un regalo más! El papá se acercó y dijo: ¡Hay un regalo más!. Lo cogió  lo abrió, sus hijos estaban expectantes, el papá dijo.- ¡VaHH!, es un bote vacío. Los dos niños se quedaron muy tristes, incluso el pequeño se le escapó una lágrima.
     Entonces el Papá dijo: ¡Que os pasa!, os habéis quedado tristes por un bote vacío. El niño mayor le dijo, no papá, no sabíamos que Papa Noel se le habían perdido todos los besos, con los que habíamos llenado el bote  para que te lo regalase.
     A su papá, se le escapó entonces un suspiro … No se había dado cuenta de que muchas veces; solo nos fijamos en lo material y tenemos un amor ,que puede llenar cualquier regalo; aunque no lo veamos a simple vista…

domingo, 11 de enero de 2015

EL GUSANITO ROEDITO


GUSANITO ROEDITO

        ERASE UNA VEZ UN GUSANITO DE COLOR VERDE QUE VIVÍA EN UN ARBOL DE HOJAS GRANDES. Y EL GUSANITO ESTABA TODO EL DÍA, ¡GROE QUE GROE! ¡GROE QUE GROE!.
 ¿SABÉIS PORQUÉ?. POR QUE LE ENCANTABA COMER .SE PASABA TODO EL DIA COMIENDO, YA QUE TENÍA UN HAMBRE BORAZ .Y NO SE CANSABA NUNCA DE COMER; ASI QUE HOJA TRAS HOJA EN GUSANITO ROEDITO CONTINUABA ...¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!. DE VEZ EN CUANDO PASABAN A VERLO SUS AMIGUITOS.
        EL SALTAMONTES ERA EL MAS MADRUGADOR SE LLAMABA       "FLINKY" .AUNQUE TODOS LE LLAMABAM "SALTARIN".
LE DIJO AL GUASANITO ROEDITO: -¡BUENOS DIAS! .
        Y EL GUSANITO: -¡BUENOS DIAS SEÑOR FLIKY!.
       -YA VEO QUE SIGUES DEBORANDO HOJAS COMO SIEMPRE.
       -SI SEÑOR TENGO MUCHO HAMBRE Y NO PUEDO DEJAR DE COMER.
       -¿ME DAS UNA DE TUS HOJAS?-¡PREGUNTO FLIKY!
       -SI COMO NO; AHORA MISMO LE CORTO UNA DE LAS MEJORES. ¡GRITT! ¡GRIT! Y LA MEJOR HOJA CAYO DEL ARBOL DE NUESTRO AMIGO ROEDITO.
     GRACIAS AMIGO LE DIJO "FLIKY" TE ESTOY MUY AGRADECIDO .SE COMIÓ LA HOJA FRESCA, QUE LE HABÍA DADO ROEDITO.
      Y DIJO:- ME VOY A VER A MI TÍA, LA DEL OTRO LADO DE LA PRADERA Y DE UN GRAN SALTO LEDIJO:- ¡ADIOS ROEDITO!
¡YYYUHPPPPPPPP!...


           ¿SABEIS QUE SEGUIA HACIENDO NUESTRO AMIGO EL GUSANITO?
           -¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!... QUE ES LO QUE MÁS LE GUSTABA.
        DESPUÉS, AL CAVO DE UN RATO LLEGÓ EL CARACOL .SE LLAMABA "GRUÑON" .PUES ESTABA TODO EL DÍA PROTESTANDO. SIEMPRE TENGO QUE CARGAR CON ESTA CASA TAN PESADA Y ME CUESTA MUCHO LLEGAR A LOS SITIOS; QUE QUIERO IR.
       -¡NO PROTESTE TANTO SEÑOR CARACOL!, LE DIJO "ROEDITO". YO NO ME MUEVO DE MI ARBOL, EN CAMBIO USTED; VA POR TODOS LOS LADOS.
       -SI PERO NO LO RÁPIDO QUE YO QUISIERA. DEPENDO DE LA LLUVIA PARA DESPLAZARME, Y MUYYY DESPACIO. QUIERO LLEGAR A AQUELLA HOJA FRESCA DE LECHUGA QUE VEO A LO LEJOS.
       - PERO SI SOLO ESTÁ A UNOS METROS. 
       -SI PERO A MI ME CUESTA UNA BARBARIDAD LLEGAR. 
       -BUENO NO PROTESTE MAS .ADIOS SEÑOR GRUÑON.
       -ADIOS ROEDITO.
       Y NUESTRO AMIGO CONTINUO. ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!...SECOMIÓ UNA DOCENA DE HOJAS. MIRÓ ACIA ABAJO Y ¿SABEÍS QUIEN ESTABA DEBAJO? EL CARACOL "GRUÑON".
       -¡NO SE IBA! SEÑOR GRUÑON.
       -Y ESO INTENTO PERO SI SOLO HA ADELANTADO UNOS CENTIMETROS. 
       -VES POR QUE ME QUEJO TANTO, ADIOS...
  Y ROEDITO SIGUIÓ, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!... MIRÓ AL CAVO DE UN RATO Y ¿QUIÉN ESTABA DEBAJO?
       ¡SIII!. EL CARACOL GRUÑÓN.
      -¿HA VUELTO SEÑOR CARACOL?
      -¡NOOOO! ¡ME ESTOY MARCHANDO! ¡NO LO VES ROEDITO! ¡GRITÓ ENFADADO GRUÑÓN!
      -BUENO NO SE ENFADE "GRUÑÓN”, PENSÉ QUE SE HABÍA OLVIDADO DE ALGO, COMO ESTOY DISTRAIDO COMIENDO.
      -NO PASA NADA  ADIÓS ROEDITO.
      -ADIOS SEÑOR GRUÑÓN.
      Y NUESTRO AMIGO SIGUIÓ, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE!, ¡GROE QUE GROE! MIRO ACIA ABAJO Y ¿SABÉIS QUIÉN ESTABA?
      -¡NO! ESTA VEZ ERA LA HORMIGUITA "RAPIDITA".SE LLAMABA SÍ PORQUE ERA MUY RAPIDA Y SUBIA Y BAJABA POR TODOS LOS LADOS RAPIDAMENTE .ERA MUY NERVIOSA Y SUBIA Y BAJABA Y SUBIA Y BAJABA Y DECIA: -¡YA VOY! ¡YA VOY! SOY RAPIDA, SOY RAPIDA.
     - OLA ROEDITO; ADIOS ROEDITO; OLA ROEDITO .YA ESTOY  AQUI, ALLI,  ACÁ, ALLI.
     -QUEDESE QUIETA RAPIDITA NO PUEDO NI SALUDARLA DIJO "ROEDITO"  QUE NERVIOSA ES USTED.
     -TENGO MUCHA PRISA Y MUCHAS COSAS QUE HACER. NECESITO UNA DE TUS HOJAS PARA CRUZAR EL RIO, ME LA PUEDES DAR.
     -CON MUCHO GUSTO AMIGUITA MIA. LA CORTO YO O PREFIERE HACERLO USTED.
     -SI NO TE IMPORTA LA CORTARE YO .QUE SE LA QUE NECESITO, ES ESA QUE TIENE FORMA DE BARCA.
      Y RAPIDAMENTE SUBIÓ Y ¡CRAK! ¡CRAK! Y LA HOJA DESCENDIÓ HASTA EL SUELO DE FORMA SUAVE Y EN ZIG ZAG. NUESTRA HORMIGUITA DESCENDIÓ RAPIDAMENTE Y DIJO:- GRACIAS ROEDITO ME VOY A CRUZAR EL RIO.
     -NO SERÁ PELIGROSO. DIJO ROEDITO.
     -¡NO CON ESTA HOJA ES PERFECTA! DIJO "RAPIDITA".
     - ADIOS AMIGO.
   Y NUESTRO AMIGO SIGUIO COMIENDO, ¡GROE QUE GROE! , ¡GROE QUE GROE! ASI HASTA CASI LA ÚLTIMA HOJA. PERO UN DÍA YA CASI NO TENÍA HAMBRE, TENIA LA SENSACIÓN POR PRIMERA VEZ DE ESTAR LLENO. DE REPENTE TENÍA SUEÑO; ASI QUE DIJO:-VOY A BUSCAR UN LUGAR BUENO PARA ECHAR UNA CABEZADITA. Y ESA RAMITA PARECE BUENA PARA MI SIESTA.
     ASÍ LO HIZO SE ACURRUCÓ SOBRE LA RAMA, BOCA ABAJO Y QUEDO COLGADO Y DORMIDO COMO UN TRONCO.
     TANTO ES ASÍ QUE SIN DARSE CUENTA SE HABÍA CONVERTIDO EN UNA CRISALIDA. PERO NUESTRO AMIGO ROEDITO ESTABA TAN AGUSTO DURMIENDO QUE SIGUIÓ DURANTE VARIOS DIAS.
     POR FIN YA NO TENÍA TANTO SUEÑO Y COMENZÓ POCO A POCO A DESPERTARSE:
   -QUE HA PASADO, ¡DIJO NUESTRO AMIGO! VAYA SIESTA QUE ME HE DADO, PEROOO UN MOMENTO ESTOY ENCERRADO DENTRO DE ESTA CASCARA. ¿QUIEN HA SIDO?, ¿QUIEN ME HA ENCERRADO?, HA SIDO MIENTRAS DORMIA ¡EH! PUES DE UN GRAN BOCADO, ME VOY A COMER ESTA CASCARA.
    Y ASI LO HIZO DIÓ UN GRAN BOCADO A LA CRISALIDA QUE EL MISMO SE HABIA CONVERTIDO .Y QUE ROEDITO PENSABA QUE LE HABIAN ENCERRADO Y ¡GROE QUE GROE!. ROMPIÓ LA CRISALIDA Y COMENZO A SALIR.
    SE HABIA CONVERTIDO EN UNA PRECIOSA MARIPOSA DE TODOS LOS COLORES Y TENÍA UNAS HERMOSAS ALAS DE COLOR ROJO, AMARILLO, AZUL...ERA PRECIOSA Y EL MISMO SE DIO CUENTA.
    - SOY UNA MARIPOSA. TENGO ALAS, ME HE TRANSFORMADO Y YO QUE CREÍA QUE ME HABIAN ENCERRADO. Y TRAS UNA GRAN CARCAJADA SALIO VOLANDO.
      PUDO IR A TODOS LOS SITIOS QUE SIEMPRE HABIA SOÑADO POR TODA LA PRADERA SE JUNTO CON OTRAS MARIPOSAS Y JUGABAN POR EL AIRE COMO NUNCA ANTES HABIAN PODIDO HACER.
                                                                       -FIN


                                                                    

jueves, 10 de julio de 2014

EL PERRITO TOBÍAS

EL PERRITO TOBÍAS



Érase una vez, un perrito llamado “Tobías” que vivía en un circo grande con una espectacular pista central. En ella actuaban varios grupos de animales con un gran éxito entre el público infantil.

Actuaban los elefantes, que se subían en unas enormes bolas, de colores blanco y azul con unas estrellas incrustadas en azul sobre la zona blanca y caminaban sobre ellas. El domador estaba encantado con ellos. También se ponían en fila india apoyados unos sobre otros, y a los niños les encantaba.






 Actuaban los leones, en una jaula enorme eran seis, cinco leonas y un león; con una melena marrón que casi tocaban el suelo. Saltaban por unos aros de fuego, el domador metía su cabeza en la boca de una leona y el león cada vez que rugía; temblaba el circo. Y los niños se asustaban mucho.
Actuaban lo monos trapecistas. En un trapecio muy alto. Que son como columpios gigantes. Saltaban de uno a otro, y hacían piruetas, doble salto mortal; e incluso equilibrios en la cuerda floja.
Todo esto lo miraba admirado nuestro amigo. El perrito “Tobías”, a él le encantaría hacer una de esas actuaciones en la pista central y divertir a los niños, que es lo que más le gustaba. Pero, Tobías no sabía subirse a una de esas bolas de los elefantes, tampoco sabía saltar como los leones. Y aunque ladraba fuerte, no como el rugido del señor león. Además, tenía miedo a las alturas, con lo cual no podía actuar como los monos del trapecio. Así nuestro amigo estaba muy triste. Él quería su actuación; pero que podría hacer…
Su amigo el monito que se llamaba “Silvestre” le dijo:-Tobías no estés triste puedo ayudarte, tengo un baúl lleno de disfraces y te puedo dar el que quieras.
Subieron juntos al desván, Tobías se fue probando uno a uno, los disfraces; pero se puso uno de payaso, con una nariz roja enorme y el monito “Silvestre” no podía parar de reírse. Cada vez que lo miraba como le quedaba se echaba a reír.
Este sí que me lo quedo, le dijo “Silvestre”. Puede que el dueño del circo me deje actuar como payaso y así hacer reír a los niños como a ti. Es lo que más deseo divertir a los niños y este circo no tiene payasos.
Se lo preguntó al dueño del circo, y este le dijo:- Bueno yo creo… ¡umm! Que entre la actuación de los leones y los monos, hay un hueco. Puedes salir a entretener a los niños.
Tobías se puso muy contento le dio un millón de gracias y se puso manos a la obra.
Estaba muy nervioso a la mañana siguiente, salían para la próxima ciudad. Y en ella haría su primera actuación.
Necesitaba un nombre artístico y se puso a pensar:
-Me llamaré Tobías el saltarín. No así no…
-Tobías el ruso, demasiado soso para un payaso…
-Tobías el perrito que hace reír a los niños todos los días. Este sí que me gusta.
Llegó la hora de la verdad. El circo estaba listo, lo habían levantado. Y mañana era el gran día para su debut.
No pudo dormir, estaba muy nervioso pensaba; ¡les gustaré a los niños!, ¡que nervios! Tengo muchas ganas de hacerles reír.
Llegó la hora de actuar. Las entradas estaban agotadas y el espectáculo comenzó.
Primero los elefantes como siempre, y recibieron un fuerte aplauso. Después los leones y por fin el presentador dijo:
-y ahora como actuación especial, con todos Ustedes… y un replique de tambor sonó. El perrito Tobías que hace reír a los niños todos los días.
Tobías se había puesto el disfraz de payaso con su nariz enorme, tan nervioso estaba; que quiso salir corriendo al escenario de la pista central. Y cuando estaba llegando tropezó, con la pernera del pantalón al pisársela; ya que el disfraz le estaba un poco grande. Se dio un gran porrazo con su nariz roja. Los niños comenzaron a troncharse de risa; ya que creían que era parte del espectáculo. Tobías no se había hecho daño, así que; le pareció muy gracioso y el mismo también se rio mucho de su tonta caída.
Se dio cuenta de que sus caídas divertían mucho a los niños y así que continuó, intento subir a una de las bolas de los elefantes pero como no podía. Se le resbalaban las patitas y se volvía a caer. El circo se llenó de aplausos y risas.
         Después intentó entrar en la jaula de los leones. Se le olvido de abrir la puerta de la jaula, y metió su enorme nariz roja entre los barrotes, y no la podía sacar, los niños no podían parar de reír.
         Más tarde intentó subir al trapecio se le resbalaron las patitas y dio un gran culazo en el suelo; con una gran carcajada de los niños.
         Luego les contó unos chistes que se sabía, como:
         -¿Dónde se sienta un gorila de 200 kilos? Donde le da la gana. Y
¿Cómo sacaríais un elefante de un pozo? Mojado. Siguió un buen rato contando chistes y después recibió un gran aplauso y dijo:-Hasta siempre amigos.
El dueño del circo estaba encantado. “Tobías el perrito que hacía reír a los niños todos los días”. Le había gustado mucho y le dijo:-A partir de ahora tendrás tu propia actuación. Actuarás en todas la ciudades.
Tobías estaba muy contento, y fue a celebrarlo con todos los animales del circo. Por fin tenía una actuación como el siempre había soñado…





sábado, 12 de marzo de 2011

LA SEMILLA DORADA

LA SEMILLA DORADA

              Érase una vez una princesa llamada “Naira” .Vivía en un castillo en lo alto de una colina, era espectacular tenía 12 torres coronadas por cúpulas de color rosa, y estaba rodeado de jardines muy hermosos; con muchas rosas de diversos colores.
         Naira, era admirada por su hermosa belleza en todo el reino. Era de piel moreno anaranjado y de cabello a media melena de color castaño, cantaba como los ángeles y tocaba el piano. Sus amigos venían de muy lejos para escucharla, y los pájaros tarareaban las melodías que ella componía por todo el reino.
         Tenía muchos amigos, y les encantaba jugar a numerosas aventuras por el reino, uno de sus amigos había escuchado en boca de algunos campesinos la existencia de una semilla especial que era de oro y brillaba como un estrella del cielo. Debía de valer millones, pensaba el grupo de amigos compuesto por nuestra princesa “Naira”, dos niñas llamadas Dora y Laura y un niño, Luis. Luis, era el más aventurero y no tardó en encontrar un mapa que le había dado un campesino y que decía, en donde podría encontrarse la famosa semilla dorada.
         Nuestros amigos decidieron ir en busca de la famosa semilla, ya que de esta forma todo el reino seria rico; al poseer tal brillo, debería de contener mucho oro.
         Con las instrucciones del mapa, emprendieron el camino deberían encontrar a un búho que se encontraba pasados tres árboles mágicos. Que encontrarían fácilmente en el camino.
         Estuvieron largo rato caminando, y de pronto tras coronar una colina comenzaron a ver el lago que aparecía en el mapa, era inmenso y no se veía el final del agua; al cabo de unos minutos con Naira, encabezando la expedición, llegaron a la orilla .Ahora tenían que encontrar los árboles mágicos, para llegar hasta el búho.
         No tardaron en encontrar el primero. Dijo Naira, ese debe de ser el árbol que buscamos, mirar que raro es. Es una encina y de ella no cuelgan bellotas, sino racimos de uva. Dora y Laura no paraban de mirar el árbol. El tronco no lo podían abrazar entre todos. Y podía medir más de veinte metros de altura.
          Ya hemos encontrado el primero, ahora debemos buscar el segundo; dijo “Joel”. Emprendieron la marcha y a unos cinco minutos de camino, comenzaron a disipar otra forma curiosa. Esta vez era un abeto, que poseía manzanas doradas.
         Luis comenzó a correr, quería llegar el primero a ver aquella maravilla. Pronto lo alcanzaron todos y dijo Laura este sin duda es el segundo.
         Vamos démonos prisa, dijo Naira tiene que estar cerca nuestro tercer árbol; con el señor búho.
         Comenzaron el camino y siguiendo la orilla del lago, pronto vieron algo. Otro gran árbol con un gran tronco, con unas ramas fuertes y de gran tamaño; se trataba de un ciprés centenario. Se acercaron al árbol, en una de las ramas se veía un hueco. Laura se decidió a dar unos golpes con el puño cerrado, ¡toc, toc, toc! Una voz ronca dijo: ¿Quién llama a mi árbol?
         Nosotros, dijo Naira. El búho salió a la rama del árbol y dijo a nuestros amigos ¿Que hacéis aquí y que queréis de mí?
         Naira explicó al anciano búho, la historia de la semilla dorada y los planes del grupo para ir a buscarla. Necesitamos cruzar al otro lado del lago, le comentó al búho.
         Entonces deberéis resolver el enigma de la adivinanza, complicada pero con ingenio podéis descifrarla. Es la siguiente:
                   “Redonda y no tiene pelo
                     La comes y te refresca
                     Justo después de la siesta “
         Tras mucho pensar, dijo Naira si se refiere a siesta, es verano. Redonda y no tiene pelo debe de ser una fruta, y si es redonda… Yo digo que es “la sandía”.
        
         En efecto niños dijo el búho, la respuesta es correcta .Ahora deberéis ir al primer árbol y recoger unos racimos de uva; y al segundo una manzana cada uno. Dar un bocado a la manzana, y guardar los racimos.
         Nuestro grupo así lo hizo recogió unos racimos, luego una manzana cada uno y regresaron al tercer árbol. Le dieron un bocado a la manzana y de pronto apareció de la nada; un carruaje tirado por seis preciosos “ave fénix”, es decir caballos con unas alas enormes. Dos eran de color rosa, dos blancos y dos mestizos.
         Los niños estaban muy asombrados del espectáculo. Adelante, dijo el señor búho; dar de comer los racimos a nuestros animales y subir al carruaje, os llevará a la otra orilla.
         Naira, Laura y Dora dieron los racimos a las aves fénix y Luis   observaba el carruaje asombrado. Subieron todos al carruaje y dijo Luis adelante, nuestro carruaje comenzó a volar por encima del lago, muy pronto estuvieron al otro lado les dejo el carruaje en campo verde de césped.
         De pronto, apareció a lo lejos un grupo de corceles encabezados por dos príncipes, se acercaron al grupo y el príncipe dijo. Soy Jaime y este es el príncipe Joel, que os trae al reino de mi padre.
         Permíteme que me presente, soy la princesa Naira; mis amigas Laura y Dora. Y este es mi amigo Luis. Hemos venido a tu reino en busca de la semilla dorada. Es vital para nuestro reino, y yo creo que al vuestro también, se me ocurre que podíamos repartirla, si os parece bien.
         He oído hablar a nuestro ancianos de dicha semilla, dijo Jaime al igual que de vuestra belleza Señorita Naira; aunque se han quedado cortos. Gracias, dijo Naira sonrojada.
         Jaime se giró a sus súbditos y dijo preparad unos caballos para mis amigos y pongámonos en marcha. Tenemos que ir a una cueva, que hay en las montañas. Preparado todo dijo Jaime en marcha vallamos a por ella.
         Tras cruzar un par de ríos, no tardaron en llegar a la montaña y la senda comenzó a estrecharse; había que ir con mucho cuidado.
         Tras una hora de camino, por los desfiladeros de gran desnivel; un gran valle lleno de hermosas flores silvestres, se abrió ante sus ojos. Ahora tenemos que encontrar la cueva, dijo “Joel” en ella está un hada, que nos puede decir que debemos hacer.
         Qué bonito es esto dijo Dora, si dijo Laura; no había visto nada igual.
         Separémonos por el valle en grupos, y busquemos la cueva, dicen que tiene tres bocas; y de una de ellas mana agua de propiedades curativas.
         El grupo se dividió, y al poco rato se escuchó un grito. Dijo Luis venid todos, la he encontrado. Todos al galope se acercaron, y admiraron como de pronto detrás de un grupo de arbustos; al pie de una montaña. Estaba la cueva de las tres bocas, y de la central no paraba de salir una hermosa cascada de agua.
         Por cual entramos. Lo echaron a suertes con una moneda, cara la entrada de la derecha y cruz, la de la izquierda; gano cara, pero cuando iban a entrar; una luz salió por la cueva central y de ella apareció un hada vestida de blanco. Con perlas rosas incrustadas en el vestido, largos cabellos rubios y muy hermosa. Que os trae hasta mí niños. Naira dijo: La semilla dorada, nos gustaría conseguirla para nuestros reinados; dicen que es de oro y brilla como una estrella.
         No te equivocas niña, pero si queréis encontrarla; no busquéis riquezas. Brotará de vuestro interior, ahí debéis buscarla; y es cierto que mejorará vuestros reinos. Ya que cuando averigüéis donde se encuentra, la llevarais a todo el reino.
         Los niños se juntaros en un círculo. Y Laura preguntó señora, si brota de nuestro interior ¿sale del corazón? Si querida así es, crece en él; dijo el hada.
         Entonces ya entiendo todo, dijo Naira. No es de oro, pero sí que brilla donde toca. ¿Es el amor no señora hada? Si querida niña, dijo el hada. Es el amor y brota de vuestro interior. Si lo extendéis en vuestro reino el reino, será más feliz y mejor; a la vez que aumenta la riqueza. No material, si no espiritual y la paz reinará en él.
         Los niños muy contentos de haber encontrado la semilla dorada, volvieron al castillo de Jaime y Joel. Dieron una gran fiesta, con un gran baile en la corte. Contaron que era la semilla dorada, a todo el mundo. Después, se al día siguiente Jaime les llevó al puerto, y en un gran velero regresaron al reino de Naira. Llevaron la historia de la semilla dorada por todos los rincones del reino, y quizás a partir de ese día el reino fuese más feliz. Al mismo tiempo que una paz duradera inundó los reinos, aumentando la riqueza de ambos.